sábado, 2 de enero de 2010

19 Mayo 2009 Aplazamiento

Las cosas que nos causan tristeza, las que nos agarran desde dentro y nos aprietan en las entrañas, las que descompasan los latidos de nuestro músculo latiente. Las mismas que, a pesar de los innumerables intentos, de los recurrentes acechos a esta cansada y asediada mente, no soy capaz de dar la orden al pulsado del botón de inicio para que, cual película, se reproduzcan de nuevo en mi cabeza o, ni siquiera, de tener la suficiente valentía de despojarlos de mi interior para los restos.


A cambio, sólo puedo ofrecerles un nuevo aplazamiento, una nueva evasión momentánea y la reiterada vieja promesa de que llegará el día en que le ponga fecha a nuestro encuentro para el tan deseado enfrentamiento, cara a cara: esos agrios recuerdos y yo.

Por ahora, sigo siendo incapaz de redibujar las pinceladas de tan querido rostro, los trazos del lugar por cuyo largo camino anduve o las sombras de aquellos días al sol. No por ello mi ser es más débil, ni mi alma más frágil o mi corazón se halle más apedazado. Simplemente se trata de una tregua en la que la prisa será la última por llegar. Y ellos lo saben. Y lo entienden. Y yo, por otro ratito, vuelvo a ser capaz de dar un renacido suspiro :D

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